Se suele considerar como los dos géneros de historia posibles: comedia o tragedia. Yo creo que es otra cosa: nos está diciendo que hay que alternar ambos: Momentos en los que sonreímos y momentos en los que nos entristecemos. Lo que va a ir de uno a otro es lo que nos va realmente a afectar. Es como la montaña rusa. Lo que importa no es lo alto o bajo que estés, si no lo que se mueve en tus tripas al ir de uno a otro estado.
A la hora de contar algo, una manera de hacerlo es considerar la acción con momentos positivos y negativos. Es como caminar: primero mueves la pierna izquierda, después la derecha. Esto podemos aplicarlo a nuestra historia con momentos en los que el personaje avanza hacia su objetivo o se encuentra con dificultades.
Si un detective sigue una pista y solamente tira del hilo hasta llegar a la resolución del caso, nos parecerá que es demasiado fácil, demasiado obvio. ¿No es mejor añadirle momentos en los que su investigación haya dificultades, trabas, que dé la sensación de callejón sin salida, de retroceso...? sólo así la victoria será disfrutada.
Fijémonos en un premiado corto que sigue esta dinámica:
Podríamos establecer de esta manera momentos positivos y negativos consecutivamente; en un primer momento vemos un estado positivo: dos pulpos se aman. Puede ser gracioso, pero la gracia, lo mismo que el amor, es algo efímero y en seguida necesitamos algo más. Ese momento se trastoca y viene la tragedia: los amantes son separados: estado negativo.
Si los colocamos en dos columnas y vamos siguiendo la historia seguro que podemos establecer de forma clara y bien definida esos momentos. Como es un corto en el que se cuentan las cosas a gran velocidad, hay que estar muy atentos.
¿No es una fórmula demasiado fácil? ¿Funciona siempre?
Efectivamente, su sencillez es pasmosa, pero funciona siempre que lo que haga ir de un extremo a otro del estado de ánimo sea algo inesperado.
También viene bien que el ritmo no sea constante, detenernos un instante a valorar lo que hay (los pulpos han logrado salir del moto carro) para seguir con nuevas fuerzas la acción (nueva huida saltando de piscina en piscina).
¿En las historias largas es igual?
Exactamente igual. Busca cualquier historia. Por muy negativa que sea, siempre habrá momentos de felicidad. ¿Y las comedias? Están plagadas de dolor, pérdidas, desamores, rechazos, locura, frenesí... sólo que sabemos que acabará bien.
Un ejemplo: The Road nos muestra un mundo post-apocalíptico en el que las plantas están muriendo. La comida es escasa y las personas se han convertido en amenazas caníbales. En medio de esta situación, nuestros protagonistas, un padre y su hijo, luchan por sobrevivir sin perder su humanidad. ¿Cómo metemos momentos positivos en esta historia? Al principio, escapan de sus perseguidores. Más tarde, encuentran una casa. Después refugio y comida. Recuperan más adelante sus víveres que habían sido robados... Además de vez en cuando se acuerdan de su vida anterior, cuando todo iba bien. Esos momentos que funcionan como un bálsamo para el dolor son esenciales. De otra manera el tono pesimista se nos haría insoportable.
Otro ejemplo: Bailar en la Oscuridad es posiblemente la película más pesimista que he visto nunca. A nuestra pobre protagonista interpretada por Bjork le pasa de todo: se está quedando ciega, es inmigrante, vive en una auto-caravana, su hijo también se quedará ciego porque su ceguera es hereditaria, el dinero que ha ahorrado para la operación se lo roba el vecino que es policía, la despiden, mata al vecino, la condenan a muerte... ¿demasiados spoilers? Pues todo eso ya te lo cuenta el trailer.
¡Dios! ¿Habrá alguien que quiera pasar un mal rato? Si tenemos en cuenta el éxito de crítica y público todo hace indicar que sí. ¿Somos masoquistas? Posiblemente. Pero lo que no nos cuenta el trailer es lo que nos sugiere la presencia de Bjork: que será un musical. El astuto Lars von Trier ha pensado en esta fórmula: Separaremos la parte de los momentos positivos de los negativos y los dejaré como parte musical. La protagonista sueña despierta: en los musicales nunca pasa nada malo. Y de algún modo es así. Nos ofrece una serie de momentos de tan extraña belleza que nos compensa de todo lo malo, sobre todo si eres fan de Bjork.
