Consejos para hacer Storys - 3


Paso 4. El personaje
¿Tu story es para imagen real o para animación? 
Si es para imagen real, te sugiero que antes te hagas con un buen archivo fotográfico del actor o actriz que tengas que retratar y que antes de ponerte a dibujar viñetas, practiques, practiques, practiques hasta que tu dibujo se parezca al personaje real. No siempre es imprescindible, pero quedarás mejor. En la mayoría de los casos, el story se usa para preparar los encuadres antes del rodaje y sobre todo con vistas a los efectos especiales. Es probable que haya una versión con algunas secuencias llamativas y dibujos más elaborados destinado a futuros inversores para la película. Tal es el caso, por ejemplo, de los storys para publicidad.



Los storys para largometraje se suelen hacer mano a mano con el director y el director de fotografía. Es una labor que puede llevar fácilmente un mes. Dependiendo del tipo de historia según tengan más peso los actores (no es lo mismo acción que drama o comedia...), es posible que haya bastante improvisación en el rodaje, por lo que el story puede ser una herramienta que puede llegar a no necesitarse.
Si es para animación, sueles contar con algunas referencias de tamaños y posturas. Aquí algunos ejemplos:





Si no tienes a tu personaje, porque el proyecto es tuyo, deberías considerar algunos aspectos:
-          Que encaje con el tono.  ¿Cuál encaja mejor? ¿Un personaje realista o cómico? ¿Mono o alocado? ¿Qué estilo de dibujo? ¿Línea fina, gruesa, firme, temblorosa, sin línea? Las formas redondeadas suelen asociarse a un tono agradable (Lilo & Stich), mientras que las formas rectas se asocian a un lenguaje más duro, directo y con menos concesiones (animes agresivos tipo Aeon Flux). También es interesante que valores el estilo del fondo y cómo combinan fondo y personaje.










-          Que se distingan unos de otros. Aunque se supone que tenemos eso que se llama estilo no se trata de hacer a todo el mundo igual. Búscale a cada uno su propia personalidad. No te olvides de los colores. Un truco: si distingues sólo su silueta, funciona.


-          Que su aspecto sea reflejo de su personalidad.  Al ver su ropa, cómo se mueve, qué mirada tiene podemos intuir rápidamente si es un espabilado, un atleta, un bruto, un empollón… Un consejo sobre su personalidad: si localizas sus defectos de personalidad, procura exagerarlos; eso puede sugerirte algún vínculo visual.


Hasta la próxima entrega.