Paso 1. Lectura. ¿Qué se cuenta?
Lee el guión. Disfrútalo. Interésate por la historia, lo que se cuenta. Todo ello sin pensar en planos. Éstos aparecerán de forma natural en tu mente.
Paso 2. Primeras impresiones.
Dibuja o apunta todo lo que te haya sugerido. A veces esa primera impresión es la más espontánea, la más intuitiva, la que no debemos analizar ya que nos va a dar detalles que después, si analizamos fríamente la historia, seguramente olvidaremos.
Paso 3. El tono.
Ten en cuenta el tono de la historia, lo que intenta transmitir, las sensaciones, los sentimientos. Eso te dará una idea del tipo de encuadres que necesitas.
- Si es drama, nos metemos en la psicología de los personajes: ojos, miradas, expresiones… pero también ambientes que transmitan toda la emoción…
- Si es acción, daremos importancia al movimiento, lo combinaremos o potenciaremos con perspectivas o líneas diagonales. El ambiente es un arma que debemos tener en cuenta. Planos de duración breve. La planificación en este tipo de tono es muy importante.
- Si es comedia, planos medios y enteros, para no sentir demasiada empatía y así reírnos libremente de ellos, de su aspecto. También así nos divertirá su lenguaje corporal. Si hay algún plano corto será porque su expresión es cómica.
- Si es suspense, nos funcionan mejor encuadres torcidos, perspectivas aberrantes, oscuridad, expresiones ocultas o desestructuradas, líneas de perspectiva extraña… todo aquello que nos haga sentir inquietos, incómodos, desprotegidos. En ocasiones la densidad de información visual (estructuras, riqueza de detalles) sugiere profundidad de mensaje, lío, confusión, pensamientos complejos, dudas...
- Si hablamos de terror, entramos en un terreno psicológico en el que las imágenes con encuadres normales son interrumpidas por otras con encuadres que sugieran peligro. Todo aquello que resulte monstruoso o deshumanizado. La oscuridad es un lugar donde puede esconderse cualquier cosa. Siempre mejor sugerir que enseñar. Lo más terrorífico está en nuestra cabeza. Pasa más miedo quién se tapa los ojos que aquel que descubre el maquillaje y los efectos especiales. Las expresiones de las víctimas serán como termómetros de miedo. Si a algo inocente lo vemos desde un ángulo extraño, podemos intuir que ya no es tan inocente, que se puede convertir en una amenaza.
- Si es drama, nos metemos en la psicología de los personajes: ojos, miradas, expresiones… pero también ambientes que transmitan toda la emoción…
- Si es acción, daremos importancia al movimiento, lo combinaremos o potenciaremos con perspectivas o líneas diagonales. El ambiente es un arma que debemos tener en cuenta. Planos de duración breve. La planificación en este tipo de tono es muy importante.
- Si es comedia, planos medios y enteros, para no sentir demasiada empatía y así reírnos libremente de ellos, de su aspecto. También así nos divertirá su lenguaje corporal. Si hay algún plano corto será porque su expresión es cómica.
- Si es suspense, nos funcionan mejor encuadres torcidos, perspectivas aberrantes, oscuridad, expresiones ocultas o desestructuradas, líneas de perspectiva extraña… todo aquello que nos haga sentir inquietos, incómodos, desprotegidos. En ocasiones la densidad de información visual (estructuras, riqueza de detalles) sugiere profundidad de mensaje, lío, confusión, pensamientos complejos, dudas...
- Si hablamos de terror, entramos en un terreno psicológico en el que las imágenes con encuadres normales son interrumpidas por otras con encuadres que sugieran peligro. Todo aquello que resulte monstruoso o deshumanizado. La oscuridad es un lugar donde puede esconderse cualquier cosa. Siempre mejor sugerir que enseñar. Lo más terrorífico está en nuestra cabeza. Pasa más miedo quién se tapa los ojos que aquel que descubre el maquillaje y los efectos especiales. Las expresiones de las víctimas serán como termómetros de miedo. Si a algo inocente lo vemos desde un ángulo extraño, podemos intuir que ya no es tan inocente, que se puede convertir en una amenaza.
Por supuesto la historia no tiene el mismo tono durante todo el tiempo, y todo esto no deja de ser simple teoría, pero si a otros les funciona ¿por qué no va a
funcionarte a ti? Sencillamente prueba que todo lo que hagas tenga un sentido y de algún modo el público también lo sentirá.