Clásicos recomendables (parte 1)

En mis clases hago referencia a muchas películas y siempre me acaban preguntando una lista de películas que ver. Las he clasificado por autores, por décadas, por nacionalidad o por movimiento cultural y aunque no están todas las que deberían, ninguna me parece mala. Espero que os lo hagan pasar tan bien como me lo hicieron pasar a mi en su día.

CINE MUDO

El Hombre Mosca (Safety Last, 1923). Harold Lloyd en su imagen más icónica. Un hombre sujeto a un reloj. Buenos chistes, buena historia. El hombre pequeño que tiene que hacer cosas imposibles.

El Maquinista de la General (The General, 1926). Buster Keaton, el hombre que nunca sonreía, es un maquinista de tren que quiere luchar en la guerra civil, pero no le dejan.

Metrópolis (1927, Fritz Lang). Así se imaginaban nuestros bisabuelos cómo era el futuro. Impactantes maquetas, estilo visual muy cuidado, un objeto de deseo que podría interpretarse como simbólico y a la vez visionario.



AÑOS 30 y 40

M, el Vampiro de Düsseldorf (M,1931, Fritz Lang). Un asesiño de niñas tiene aterorizada a la ciudad. Impactante interpretación de Peter Lorre como pederasta.

Ninotchka (1939, Ernst Lubitch). Una comunista radical visita París. Un conde se enamora de ella e intenta convencerla de las bondades del capitalismo. Entre los comentarios del preestreno de la película alguien escribió: Me he reído tanto que me he hecho pis en la mano de mi novia.

Ser o No Ser (1942, To Be or Not to Be, Ernst Lubitch). Los nazis amenazan Europa. ¿Qué puede hacer el egocéntrico actor Joseph Tura para evitarlo? ¿Seguir interpretando a Hamlet hasta que mueran de aburrimiento? Lubitch, creador de la comedia refinada, era capaz de hacer más cosas con una puerta cerrada que otros directores con la bragueta abierta.


BILLY WILDER

Billy Wilder se podría considerar sucesor de Lubitch, con el que colaboró en el guión de Ninotchka. Llevó la comedia inteligente a niveles insuperables. Se podría distinguir dos etapas. La primera etapa, más dramática, donde colaboraba en la escritura Charles Brackett, con el que ya había trabajado en Ninotchka. De esa época recomiendo:


Cinco Tumbas al Cairo (Five Graves to Cairo, 1943). Durante la Segunda Guerra Mundial, un soldado británico se queda atrás ante la retirada de los aliados y tiene que refugiarse en un hotel, sustituyendo a un camarero, que resultaba ser un espía.

Bola de Fuego (Ball of Fire, 1941. Howars Hawks). Escrita por Billy Wilder y Charles Brackett, esta película contiene el humor típico Wilderiano, aunque fue dirigida por Howard Hawks. Un grupo de profesores solteros se esfuerzan por escribir una enciclopedia. Uno de ellos trae un día a la novia de un gangster para que les ayude con la jerga callejera.

El Crepúsculo de los Dioses (Sunset Boulevard, 1950). Un guionista de Hollywood, apurado por sus deudas, se esconde en casa de la vieja gloria del cine mudo Norma Desmond, de la que se hace amante. Última colaboración con Brackett.

Más tarde, Billy Wilder conoce al rumano I.A.L. Diamond, y escriben juntos Ariane, pero no funciona bien en taquilla. Entre tanto Wilder filma esta pequeña maravilla:

Testigo de Cargo (Witness for the Prosecution, 1957), es una película de estilo Hitchcock, pero con indudables destellos humorísticos típicos de Wilder. Un abogado que acaba de sufrir un ataque de corazón, tiene que luchar contra su propia enfermera para defender un caso de asesinato.

Como Wilder y I.A.L. Diamon se llevaron tan bien deciden probar una nueva colaboración, que resulta tan exitosa, que durará hasta el fin de sus carreras. De esta etapa no os podéis perder:

Con Faldas y a lo Loco (Some Like it Hot, 1959). Dos músicos en paro son testigos de un crimen. Para huir de los asesinos se refugian en una banda de chicas, haciéndose pasar por dos mujeres. Por supuesto, se enamorarán de la misma chica.

El Apartamento (The Apartment, 1960). El guión perfecto, como lo definió Wilder. Tiene de todo: comedia, romance, drama, problemas en el trabajo... Baxter, un joven ejecutivo de una compañía de seguros, presta su apartamento a sus superiores para que tengan allí sus encuentros románticos. Un día el mandamás de la empresa complica todo llevando allí a la chica que le gusta a Baxter.

Uno, Dos, Tres (One, Two, Thre, 1961). Trepidante hasta la médula. James Cagney interpreta a un enérgico ejecutivo de la Coca-Cola en el Berlín ocupado y ha de cuidar de la hija del presidente de la compañía, que se ha enamora de un revolucionario bolchevique.

Irma la Dulce (Irma la Douce, 1963). Un expolicía se hace cargo de Irma, la prostituta. Sus celos le llevarán a fingir ser su propio cliente. Engaños, traición, amor...¿qué puede salir mal?










No hay comentarios:

Publicar un comentario